
Desde la primera elección presidencial directa en 1996, el presidente Lai Ching-te y la vicepresidenta Hsiao Bi-khim son solo los 5º líderes elegidos directamente por el pueblo.
El camino del autoritarismo a la democracia no fue fácil, pero el compromiso inquebrantable con la democracia y la libertad de cada ciudadano ha llevado a Taiwán al escenario mundial.
Esta toma de posesión no solo celebra la resistencia y el progreso del viaje democrático de Taiwán, sino que también inspira una dedicación continua a defender estos valores para las generaciones futuras.


